Es una exposición que explora el cruce entre arte, arquitectura y música desde una perspectiva íntima y moderna. Concebida por el arquitecto y artista Luis Fernando Ramírez Celis, la muestra revive el espíritu de la arquitectura moderna latinoamericana a través de un pabellón sonoro a escala doméstica, donde convergen el lenguaje arquitectónico de los años 50 y 60 con expresiones contemporáneas.

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Pero el corazón de este proyecto está en los murales cerámicos, una serie de composiciones diseñadas en co-creación entre Ramírez Celis y 1200°, la marca de personalización de Corona. Esta alianza creativa fue clave para llevar las ideas del artista al plano matérico, permitiendo el desarrollo de baldosines de 20x20 cm completamente personalizados. Cada pieza fue concebida como un módulo plástico con la capacidad de rotar y generar combinaciones infinitas, integrando líneas rectas y curvas que evocan tanto la gráfica moderna como la libertad del juego visual. El proceso fue profundamente colaborativo: desde los primeros bocetos hasta la instalación final, 1200° trabajó de la mano con el artista para traducir su visión en cerámica, cuidando cada detalle técnico y estético.